Llevar una alimentación vegetal no es sinónimo de llevar una alimentación saludable, afirmar eso sería como decir que todas las personas que comen alimentos de origen animal llevan una alimentación saludable o al revés. Se puede llevar una alimentación más o menos saludable independientemente de si se consumen o no alimentos de origen animal.
Llevar una alimentación vegetal, supone simplemente eso, que tu alimentación sea a base de vegetales. Eso podrán ser frutas y verduras ecológicas y en su gran parte crudas, pero también puede ser que comas cada día hamburguesas veganas, pizzas, bebidas azucaradas, alcohol y miles de bollos. Por tanto una alimentación vegetal puede matarte (igual que cualquier forma de alimentarte).
Llevar una alimentación vegana, supone un compromiso con el planeta, con los animales, supone la herramienta más eficaz que tenemos en el sistema al que pertenecemos para cambiar las cosas, supone tomar conciencia de cada proceso de consumo, porque cada producto que compramos es un voto que hace que las cosas cambien. Los veganos luchan por salvar los mares, las reservas de agua potable, la libertad de los animales, los bosques…
Últimamente contactan conmigo los medios para defender la “dieta” vegana frente a otras opciones, para que hable de sus beneficios para la salud, sin embargo, esto es un error, porque ¿cuál es la dieta vegana?. Una alimentación vegetal es una alimentación donde los alimentos son vegetales, y ahí cabe una lechuga y unas croquetas con soja, rebozadas en pan rallado y fritas en una freidora industrial con aceite refinado muy usado. Entonces ¿cuál es la dieta vegana?
Yo personalmente dedico mi trabajo a difundir una gastronomía vegetal y saludable, dar opciones que beneficie nuestro organismo, una alimentación que cubra nuestras necesidades. Esta es mi propuesta y mi mensaje, que es un “y además”, es decir, me comprometo a respetar el planeta Y ADEMÁS me cuido para tener más energía, para estar libre de enfermedades, para no tener carencias y para quererme más. Mi escuela de cocina y mis proyectos gastronómicos tienen como base la alimentación vegetal saludable.
Creo que estamos cayendo en la trampa de utilizar el YO en detrimento del NOSOTROS. Poner mi beneficio por encima de todo, y eso no deja de ser un falso veganismo. Si el veganismo se basa en el yo y no el nosotros, estamos volviendo a cometer el mismo error en el que llevamos cayendo durante generaciones.
Cada vez que alguien consume opciones vegetales, un árbol sigue en pie, un animal es libre, un delfín nada por los mares, un pedazo de océano se mantiene limpio, la temperatura deja de subir…. Si anteponemos nuestra salud a todo esto, estamos en el falso veganismo, en el veganismo del yo. Un veganismo que además es efímero, porque si la decisión solo radica en el beneficio personal, podrás cambiar a otro camino que te vaya mejor dentro de un tiempo…
El veganismo no es una dieta, es una forma de entender la vida basada en el respeto, en la empatía, en la responsabilidad. Es una de las mejores formas de crecer y de evolucionar.
Yo seguiré difundiendo una alimentación vegetal saludable hasta que no me quede tiempo ni energía, palabra de honor, pero por favor, que no nos perdamos creyendo que ese es el eje principal, aprendamos a mirar a través de los ojos de otros, aprendamos a asumir la responsabilidad que tenemos con el planeta, conozcamos que somos capaces de hacer cosas maravillosas y que lo mejor esta por llegar.
Cada vez somos más sabios, más libres y más fuertes, pronto nos volveremos a enamorar del ser humano, nos cogeremos de las manos y nos daremos cuenta que tenemos el gran poder de hacer del mundo un lugar maravilloso.
Me encantará que me aprietes fuerte la mano cuando llegue ese momento.
Aquí te espero…